http://www.granma.cubaweb.cu/2002/04/24/nacional/articulo13.html
Félix López
"Ya no puede suponerse que el hambre desaparecerá a consecuencia de la eliminación de la pobreza. Es necesario concentrar más la atención en el hambre y el desarrollo agrícola, con el objetivo más general de erradicar uno de los peores males de la humanidad", ha sentenciado Jacques Diouf, director general de la FAO, quien presidirá desde hoy la 27 Conferencia Regional de este organismo para América Latina y el Caribe.
Tras culminar en la tarde de ayer las deliberaciones del Comité Técnico, los ministros, viceministros y representantes de las 33 naciones reunidos en el Palacio de las Convenciones comenzarán a diseccionar los retos que enfrenta la región para lograr el cumplimiento de los compromisos contraídos en la Declaración de Roma, desafío que se vislumbra incierto en un escenario político y económico cada vez más convulso.
Uno de los documentos circulados en la conferencia, recuerda que en la Cumbre Mundial para la Alimentación (Roma, 1996) un total de 186 países, más la Comunidad Europea, se comprometieron a "erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015".
Hoy, añade el texto, queda mucho camino por recorrer: en América Latina y el Caribe casi 54 millones de ciudadanos sufren cada día de hambre y desnutrición, lo que equivale solo a un millón menos de personas de las que había en 1996. De continuar ese ritmo, para el 2015 solo se habrá reducido a 45 millones el número de hambrientos en la región".
Durante dos días, especialistas y embajadores de la FAO en varios países se refirieron a importantes proyectos de esa organización en el continente y el área del Caribe, pero ningún esfuerzo parece suficiente en países que se caracterizan por tasas de crecimiento relativamente débiles y una fuerte inestabilidad económica, agobiados por la implantación de feroces políticas neoliberales y el constante deterioro de los precios internacionales.
En la reunión de La Habana, la FAO ha invitado a los representantes de la región a presentar propuestas y exponer opiniones sobre la iniciativa de crear una coalición o alianza mundial sobre el hambre, idea que se ha venido gestando a partir de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Cinco Años Después, y de la necesidad expresa de movilizar voluntades políticas y recursos para eliminar la pobreza.
No es casual que el tema del Día Mundial de la Alimentación de este año invite al mundo a "Combatir el hambre para reducir la pobreza". En ese lema está explicito cuál debe ser el primer paso para enfrentar la miseria y la desnutrición de millones de seres humanos: ellos, sostiene la FAO, son el motor de crecimiento de los países, pero los alimentos son su combustible.
Félix López
"Ya no puede suponerse que el hambre desaparecerá a consecuencia de la eliminación de la pobreza. Es necesario concentrar más la atención en el hambre y el desarrollo agrícola, con el objetivo más general de erradicar uno de los peores males de la humanidad", ha sentenciado Jacques Diouf, director general de la FAO, quien presidirá desde hoy la 27 Conferencia Regional de este organismo para América Latina y el Caribe.
Tras culminar en la tarde de ayer las deliberaciones del Comité Técnico, los ministros, viceministros y representantes de las 33 naciones reunidos en el Palacio de las Convenciones comenzarán a diseccionar los retos que enfrenta la región para lograr el cumplimiento de los compromisos contraídos en la Declaración de Roma, desafío que se vislumbra incierto en un escenario político y económico cada vez más convulso.
Uno de los documentos circulados en la conferencia, recuerda que en la Cumbre Mundial para la Alimentación (Roma, 1996) un total de 186 países, más la Comunidad Europea, se comprometieron a "erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015".
Hoy, añade el texto, queda mucho camino por recorrer: en América Latina y el Caribe casi 54 millones de ciudadanos sufren cada día de hambre y desnutrición, lo que equivale solo a un millón menos de personas de las que había en 1996. De continuar ese ritmo, para el 2015 solo se habrá reducido a 45 millones el número de hambrientos en la región".
Durante dos días, especialistas y embajadores de la FAO en varios países se refirieron a importantes proyectos de esa organización en el continente y el área del Caribe, pero ningún esfuerzo parece suficiente en países que se caracterizan por tasas de crecimiento relativamente débiles y una fuerte inestabilidad económica, agobiados por la implantación de feroces políticas neoliberales y el constante deterioro de los precios internacionales.
En la reunión de La Habana, la FAO ha invitado a los representantes de la región a presentar propuestas y exponer opiniones sobre la iniciativa de crear una coalición o alianza mundial sobre el hambre, idea que se ha venido gestando a partir de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Cinco Años Después, y de la necesidad expresa de movilizar voluntades políticas y recursos para eliminar la pobreza.
No es casual que el tema del Día Mundial de la Alimentación de este año invite al mundo a "Combatir el hambre para reducir la pobreza". En ese lema está explicito cuál debe ser el primer paso para enfrentar la miseria y la desnutrición de millones de seres humanos: ellos, sostiene la FAO, son el motor de crecimiento de los países, pero los alimentos son su combustible.
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